Un ciudadano culto y autónomo para una Sociedad Digital.
La sociedad digital, para mí, es el conjunto de personas, de
artefactos e información que nos rodea, pero no en el entorno próximo, sino en
la globalidad. Como se decía al inicio del módulo, esto es lo que podemos
entender como la globalización y que gracias a la cultura líquida, todos estamos
conectados y todos tenemos la posibilidad de acceder a la misma información y
porqué no decirlo, a la misma formación.
Este último concepto, con los nuevos modelos que existen y
las nuevas posibilidades que se desarrollan cada día, ya no es una formación al
uso, la formación no es transmisiva, sino que es creadora. Esto explica la
existencia del Homo Digitis (que seguro más adelante os hablaré de este género
por descubrir)
Ante la pregunta de qué significa ser un ciudadano culto y
autónomo en la sociedad digital, me gustaría desmigar las palabrejas que aparen
por ahí.
Imágen extrída de: https://antoniellaoliveros.files.wordpress.com/2011/06/sociedadigital.jpg
Ángel Luis Pérez explicó cuáles son sus claves para una cultura pedagógica para la sociedad digital. Son tres fundamentos a tener en cuenta.
- Las características de la sociedad de la información: el gran volumen de información que movemos hoy en día y nuestra actitud ante ello. Ya no tenemos que recordar todo.
- Entender el aprendizaje como una construcción de conocimiento: dejar a un lado el modelo transmisivo para empoderar a las personas y hacerles protagonistas de su propio aprendizaje, fomentando también su autonomía.
- Tener en cuenta los avances de la neurociencia cognitiva: si tenemos en cuenta la plasticidad del cerebro, seremos capaces de entender que los procesos de aprendizaje tienen un componente físico que no podemos dejar a un lado.
- Hay que desarrollar la mente crítica. No hacer caso a todo lo que leemos y vemos, sin antes contrastar.
- Ser creativos. Creativos no solo para crear, sino que también, a mi modo de pensar, creativos para buscar, para encontrar, para movernos, en definitiva, ser ágiles de mente y flexibles para ver los caminos que se abren, que podemos coger o que no queremos coger.
- Desarrollar la mente solidaria. No nos podemos quedar con lo nuestro para nosotros y lo de otros también para nosotros. En esto estoy totalmente de acuerdo, no puede ser que yo me aproveche de otros para crear, para mejorar, para avanzar y luego no exponer mis ideas, mis creaciones a otros. Esto yo lo hago por dos motivos: uno, para que otros puedan decirme dónde mejorar, dónde he fallado y si “cuela”, los puntos fuertes de mi trabajo. Y dos, para que otros puedan arrancar donde yo lo he acabado o que puedan hacer y recrear lo que yo he realizado. Si todos pensáramos igual, tendríamos la capacidad de mejorar excepcional.
- Por último, el desarrollo de la mente autónoma. Y con esto, volvemos al principio de mi “cansino” artículo. Crear autonomía, y desarrollarla, no es nada fácil, se necesita de los otros tres valores para tenerla y cada uno del otro.
Imagen extraída desde la web de Fundación Telefónica
Para mí, una ciudadano culto y autónomo en la sociedad digital es aquel que es capaz de adaptarse
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